WHITE STONES y la nueva visión de “Memoria Viva”

Banda: White Stones

Nación: España (Spain)

Género: Progressive Death Metal

Álbum: Memoria Viva

Año: 2024

Muchos recordaréis al gran bajista uruguayo Martín Méndez (¿y quién no?) de Opeth, pero lo que no se sabe, o al menos, mientras no haya ganas de indagar más, es que no trabaja sólo en la progresiva banda, sino que posee su propio proyecto en solitario. Os habéis quedado locos, ¿verdad? No tanto como servidor, porque darle una escucha al nuevo disco de White Stones, «Memoria Viva», ha sido un acto de valerosidad ante la ignorancia musical. La inmensa mente creativa de Martín le ha llevado a utilizar este álbum como un regalo al mundo hispanohablante, así que vamos a darle un análisis como se merece, porque combinar el death metal con tintes progresivos no lo hace cualquiera. Se requiere de mucha paciencia y buen hacer, lo cual ya es meritorio de por sí.

Podría parecer un inicio brutal, pero la apertura homónima del disco supera esa idea primitiva a través de una introducción ambiental. Cual introspección dentro de la mente humana y sus miles de descripciones posibles, el bajo de Martín se crece en la oscuridad mientras las guitarras juegan en arpegios de leve distorsión. De repente, el corazón palpita en el interior del disco, dando entrada a la lluvia de «Humanoides» junto al uso de elementos musicales propios de la cultura nacional. Sin duda, las partes solistas que Martín recrea en cada instrumento poseen un carácter alternativo que evidencia su alta experiencia como músico. La entrada de la voz de Eloi no deja lugar a dudas sobre el estilo death metal gracias a sus guturales, lo cual combina con la gran variedad de ritmos y cierta progresía estructural. Siete minutos de tema se quedan algo cortos si se pone mucha atención al análisis. Quizás no esté mal encaminado el hecho de que «D-Generación» sea una fuerte crítica social a estos tiempos modernos. Bastante más rockero en las guitarras y graves muteados, White Stones utiliza la alternancia de patrones y breaks mientras Eloi adecúa las líricas al aspecto holístico de la composición. A diferencia de las anteriores, «Zamba de Orun» nos muestra el lado más creativo de Martín fuera del ámbito rockero/metalero. El jazz y blues se entrelazan en una mezcla sentimental que el bajo utiliza en la liberación de los acordes y sacar el máximo partido a las estructuras teóricas de escalas y progresiones. Para entendidos de la música, este tema es una absoluta delicia en materia compositiva, llegando incluso a toques exóticos muy interesantes.

Muchos aplausos es lo que merece «La Ira» y esa unión de estilo enigmático, alternante y el uso más crudo del idioma español en la tormentosa laringe de Eloi. También hay que dar mérito a Joan Carles en la batería y semejantes, porque sin él, este álbum no tendría su momento de vida constante. Los intrincados ritmos técnicos de las guitarras emulan a un bajo que Martín interpreta como un auténtico erudito, y esas zonas solistas finales… ¡Fetén! Con más ganas de escuchar la versatilidad de los graves en manos de un virtuoso, «Somos» nos imbuye en las profundidades imaginativas del reputado artista uruguayo y su increíble manejo manual mientras la lluvia arrecia. Al igual que al inicio, «Grito al Silencio» recupera la progresía musical en un amplio elenco de ritmos levemente distorsionados que se combinan de una forma difícil de creer hasta que Eloi revienta la hipnótica escena. Los ritmos muteados dan paso a un trasfondo de death metal que varía por muchísimos breaks, sean acústicos, de relleno o solos afilados que cortan el aire a su paso, reiterando la importancia de la clara percusión de Joan Carles. De verdad que siete minutos se hacen muy amenos gracias a todos los cambios que marcan la exquisita elección de la estructura musical.

Para ir acabando este álbum de metal/rock extremo, «Vencedores y Vencidos» retuerce las ideas de escuchar un estilo brutal y bestial del old school. Si no fuera por los guturales y un bajo desatado, el ambiente alternativo habría ganado la batalla de los géneros. De todos los solos que hemos escuchado, aquí se halla la máxima expresión de la extensa carrera que Martín lleva a sus espaldas. Da igual lo que escojas, es imposible negar la facilidad que tiene el artista en romper la estandarización de la metodología moderna. Finalmente, «Yemayá» nos inspira a danzar rodeados del fatídico destino que aguarda a la sociedad. Casi siendo un vals en sí, el melódico dueto acústico da paso a una aparición estelar flautista que llama al mar y nos despierta del bello surrealismo engendrado por una mente dedicada, en corazón y alma, al mundo musical para siempre. De seguro que nos hemos dejado miles de aspectos reseñables de «Memoria Viva» lo cual nos da pie a saber la opinión del público general y los críticos. Martín no dejará de lado su fuerte arraigo a la industria extrema, de modo que darle una oportunidad es un hecho obligado. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una viva nota de 8. No es Opeth y no vale rechistar ni insistir. Esto es White Stones y el camino hacia el éxito moderno prosigue con la inmensa calidad de Martín al frente.

TrackList

1 – Memoria Viva

2 – Humanoides

3 – D-Generación

4 – Zamba de Orun

5 – La Ira

6 – Somos

7 – Grito al Silencio

8 – Vencedores Vencidos

9 – Yemayá