THE TROOPS OF DOOM y la santificación de “A Mass to Grotesque”

 

Banda: The Troops of Doom

Nación: Brasil (Brazil)

Género: Thrash/Death Metal

Álbum: A Mass to the Grotesque

Año: 2024

 

Podríamos estar hablando de Sepultura durante décadas y pocos acuerdos habría en gusto, estilo, formaciones, discos… No obstante, la historia es inmutable y negar la verdad no tiene cabida en la razón. En la etapa primeriza de la leyenda brasileña, los hermanos Cavalera no eran los únicos que fundamentaron las raíces del death/thrash que todos añoramos, sino que Jairo “Tormentor” Guedz dio forma a esos «Morbid Visions» y «Schizophrenia» que rompieron los estándares de la música metal/rock brasileña. En 2020, Jairo resurgió de las tinieblas con su proyecto propio, The Troops of Doom. Después de un debut explosivo que rozó la perfección del old school extremo, toca el turno del segundo álbum que continúa las herejías y blasfemias que tanto impresionaron al mundo a mediados de la década de los ochenta y aún en la actualidad.

Frente a una catedral del mejor old school, lo primero que hay que hacer es santificarse mediante una introducción adecuada al sentimiento ideológico. Debido a ello, «Solve Et Coagula – Introduction» entona la ambientación necesaria para que The Troops of Doom estalle la misa con «Chapels of the Unholy», un desquiciado tema de distorsión extrema, mucha thrashería de velocidad, riffs simples de acordes y notas ligadas, una voz desarraigada de Alex que raspa los huesos y el incesante aporreo de Alexandre al doble bombo y platillos. El break medial alterna los versos para que un súper solo destroce la mecánica sonora, lo propio de una banda encaminada a devolver el brutal espíritu brasileño. No hay muchas ganas de bajar el tempo, y aunque «Dawn of Mephisto» lo evidencia en las primeras cadenas arpegiadas, los graves bajistas guían a Jairo y Marcelo hacia un duelo a muerte por la hegemonía de la rapidez y agresividad musical. No es por hacer comparaciones, de modo que alegaremos la génesis de moshpits por parte de los fanáticos del thrash metal más puro de Sepultura. La forma de producir y masterizar los temas resulta en una nitidez teórica de escalas y armonías exóticas, un hecho que todos creíamos perdido en los tiempos actuales. Ésta es la manera de componer metal/rock extremo excitante, y si no lo creéis, «Denied Divinity» exalta el valor de la mejor thrashería capaz de reventar cabezas de una sola estocada. Marcelo y Jairo forman un dúo bestial tan devastador como creativo, a lo cual sumamos el tono laríngeo rabioso de Alex, pegado al micrófono a cada rato. Incitando a la locura, la ruptura estructural vuelve a recurrirse cual premisa previa a los solos, donde hay dualidad armonizada y rapidez a raudales.

Que Jairo no ha perdido sus dotes compositivas es una afirmación irrefutable, porque viendo el arrollador estilo death/thrash en «The Impostor King» y «Faithless Requiem» no se puede decir lo contrario. A tralla y más tralla se consigue reivindicar un legado que much@s creían perdido para siempre; o al menos, más diluido y no tan radical. Para quienes tienen esa idea, que escuchen este dúo de temas. Los increíbles golpes de Alexandre no dejan intactos los elementos de la batería, que acompañados de Alex, velan por la cruda expresión guitarrista en el ritmo y las zonas solistas. Analizar las melodías repletas de notas en perfecta sintonía de escalas e imbuidas en un ambiente old school es una bendición que ya tocaba oír. Cerca de ocho minutos nos aguardan con «Psalm 8:7 God of Bizarre» donde la instrumentalidad gana terreno frente a las líricas antirreligiosas. En tempos medios, riffs en galope y el uso de aspectos doomers, los salmos a la oscuridad y divinidades del inframundo claman a la diseminación del horror y destrucción de la realidad cotidiana con una clara influencia de la cultura nativa brasileña en la línea percusionista. Aquí sólo se necesita mucha thrashería old school, así que después de una relativa calma de penitencia, Terror Inheritance hace honor al tema antecesor a través de más rapidez, melodías simples de tonalidad aguda y un sonido parecido a miles de sierras cortando chapas metálicas. Alegar que «The Grotesque» es un intento de volver a la tranquilidad supondría una mentira en toda regla, porque después de esos acordes ligados y cierta aprensión musical, Jairo y Marcelo nos regalan otra batalla amistosa por dominar el protagonismo de esa bestialidad sonora capaz de levantar un cúmulo hostil en su ejecución en directo, ya que ni los pequeños breaks ofrecen algo de tregua.

Las hostias necesarias se han dado a los feligreses y con la cara bien caliente, «Blood Upon the Throne» llama a construir más iglesias del mal que repliquen las doctrinas de The Troops of Doom. El dogma central es darlo todo y aunar las voces en el estribillo, reflejando el unísono de un mundo metal/rock dispuesto a no morir en el olvido. En calidad de terminar un álbum cuyas expectativas superan las barreras de la genialidad añorada, «Venomous Creed» no adormece la mente ni el alma mediante un bucle thrasher aplastante de agresividad y actitud en función de envalentonar los versos de vocablos chirriantes. Por ahora, la blasfema misa ha terminado, y no pasará el tiempo hasta que otra llame a las puertas del thrash/death. Que no os engañe el nombre de la banda, pues The Troops of Doom no surgió para honrar el pasado de Sepultura o parecido, sino mostrar el tremendo poder que Jairo y compañía poseen en favor del old school brasileño. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una mesiánica nota de 9. Tendrán que perdonarnos los hermanos Cavalera, pero que se fuese Jairo de Sepultura fue un muy grave error en el estilo grupal, sin ánimo de desprestigio hacia Andreas.

TrackList

1 – Solve et Coagula – Introduction

2 – Chapels of the Unholy

3 – Dawn of Mephisto

4 – Denied Divinity

5 – The Impostor King

6 – Faithless Requiem

7 – Psalm 8:7 God of Bizarre

8 – Terror Inheritance

9 – The Grotesque

10 – Blood Upon the Throne

11 – Venomous Creed