Por mucho que ellos digan y lo saquen a relucir siempre que se da la ocasión, Stryper no es una banda religiosa en el sentido de hacer rock cristiano como tal. Está claro que los hermanos Sweet como el resto plasman su influencia divina en sus canciones, lo cual da una idea del género a primera vista. Es por ello que la apertura con «End of Days» tiene un mensaje más apocalíptico en la letra con una estructura musical bastante contundente gracias a un sonido pesado que marca una tendencia ligera a la escucha. Por contrapartida, «Unforgivable» no deja de ser la lucha de una persona por un perdón eterno, de alguien que no deja de estar en unas tinieblas personales y emocionales queriendo salir adelante (siempre amaina después de la tormenta) a través de unos ritmos clásicos que dan la redención deseada. El tema homónimo, «When We Were Kings» nos habla de un tiempo pasado de gloria y de cómo el inexorable paso del mismo en nosotros nos hace ver que ya no somos lo que éramos. Unos reyes de nuestra era, de tener el control de nuestros actos y cómo se nos escapa de las manos. En mitad del tejemaneje interpretativo, hay que reconocer la inmensa belleza de los solos entre Michael y Oz Fox. Unos duelos guitarristas que son, simplemente, ¡maravillosos en composición y técnica! Sin llegar a ser una balada en sí, «Betrayed by Love» también nos enseña otro manejo experto de las cuerdas que enfatiza unas líricas sobre el grito sordo de dolor por por la confianza en la persona a la que destilas cariño y amor; una traición muy dolorosa, ¡quizás la más!