RICHIE KOTZEN y su experiencia viajera de “Nomad”

Banda: Richie Kotzen

Nación: Estados Unidos (United States)

Género: Hard Rock

Álbum: Nomad

Año: 2024

Con casi veinte años, el guitarrista Richie Kotzen empezó una viaje musical que le ha llevado a ser uno de los iconos más conocidos y reputados del hard rock mundial. Después de más  de 35 años ofreciendo una singular maestría de habilidosa técnica, Richie sigue viviendo un sueño del cual no quiere despertar, ni los fans tampoco. Habiendo participado en bandas como Poison o Mr. Big, la soledad siempre ha sido el fuerte que ha guiado los pasos artísticos de Richie hacia el estrellato, pues no hay nada mejor que una inspiración en solitario para crear obras de arte que trascienden la historia. En pleno 2024 y habiendo disfrutado (por segunda vez) de su estilo en directo en las ediciones del Rock Imperivm español, el guitarrista americano saca su nuevo álbum de estudio, «Nomad», el cual establece las pautas de una composición dedicada a una sociedad aislada del sentido de la vida y su disfrute a través del tiempo y la experiencia.

A diferencia de otros artistas que sólo dan salida a su egolatría en detracción de los compañeros de sesión, Richie ha puesto todo el énfasis en que él sea uno más del proyecto. Desde el principio con «Cheap Shots», los ritmos animados y voces bluseras se combinan con un bajo sobresaliente que deja a la guitarra en un segundo plano. Con un estribillo muy pegadizo y síncopas líricas, la canción actúa de trampolín hacia una evocación fiestera clásica, reseñando el tremendo trabajo de producción y esa anacronía musical que no decae en ningún momento. Poco podemos decir del estilo solista de Richie, porque tras haberlo presenciado en vivo, lo que oímos en «These Doors» le hace honor de sobra. Sin embargo, la destreza de los graves se impone a los acordes de Richie a la vez que los coros y múltiples distorsiones vocales ganan presencia en la línea estructural. No sabemos si el guitarrista ha sido el artífice del arte bajista aquí, y si es así, ¡menuda lección creativa! Los efectos especiales adornan, muy brevemente, el protagonismo instrumental, sin obviar los muteados, armónicos y otras técnicas extras. Casi parecería un tema para dormir, pero «Insomnia» sigue recalcando la importancia de las bases graves en ruptura del arte compositivo moderno. Se ve que Richie no es de seguir las reglas del juego, y ahí radica su importancia en la influencia musical, al igual que esos preciosos solos teóricos que se sustentan de la potencia trasera. Una calidad así es casi imposible verla en la actualidad, lo que hace que este disco vaya a liderar las listas de ventas durante meses.

Una cosa que llama mucho la atención de Richie es su forma de tocar sin púa, dejando que sus férreos dedos se marquen unos ritmos breves e intensos. Por ejemplo, el riff principal de tema homónimo es una joya melódica que la ilusión vocal no consigue hacerle sombra, ni sirviéndose de duetos y efectos varios. Para ser seis minutos de duración, el interés por las escalas y acordes nos invita a cuestionar el futuro de la industria extrema el día que Richie se retire. ¡Será una pérdida irremplazable! De una manera parecida en el sonido exótico con efluvios muy evidentes de blues y jazz, «Escape» sigue la línea anterior con algo más de energía en la guitarra. Producto de la enrevesada mente de Richie, no se debe decir que el artista americano no consigue captar al oyente y mantenerlo despierto a través de riffs breves, batería nivelada en su kit y el bajo al alza. El grupo logra ambientar la esencia clásica sin apenas esfuerzo, y eso que el guitarrista se vale por sí mismo, como bien se comprueba al verle cara a cara. Abandonando la relativa calma y subiendo el tono, «On the Table» retoma el inicio del disco y le inyecta una fácil e intuitiva ruta psicodélica a seguir en las líricas junto a la escueta pesadez de los ritmos. Son canciones para pensar y dejar claro que la música de verdad se lleva en el alma y el corazón, quedando el cerebro como un mero espectador de registro. No nos cansaremos de aplaudir el brutal trabajo del bajo, puesto que sin él, Richie quedaría envuelto de un egocentrismo fatal.

Hay veces en que un músico saca su lado más sensible y lo expresa como una elegía a su propia persona. Ese instante ocurre cuando Richie apaga el amplificador, agarra la acústica sonora y fluye en las ondas de «This is a Test». Invitando al público a unirse a él, las emociones afloran en la piel con un exquisito surtido de acordes y progresiones que activan el disfrute de quien se identifique con el guitarrista en la soledad. Habría infinitos finales para el álbum, pero tratándose de Richie Kotzen, sólo podemos esperar una apoteosis jamás vista… ¡Dicho y hecho! «Nihilist»  recoge el testigo de la balada anterior y subiendo la distorsión a un nivel medio, saca una sonrisa de la genial mezcla de estilos musicales con el hard rock de las décadas doradas. Al término de cierre, los solos se fundamentan en un contrapunto de líneas similares que emulan al conjunto vocal, resaltando la importancia de la polifonía como el eje de toda banda exitosa. Richie nunca está solo y aunque dé muestras de ello, su vitalidad es la prueba de que su mente está en continuo movimiento, ¡incluso soñando! En lo más profundo de su cuerpo, el arte musical le tiene enganchado en su vida cotidiana. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una viajera nota de 9,5. No cabe duda que Richie es como el vino. Cuanto más añejo y sabio es, la música se vuelve mucho más disfrutable.

TrackList

1 – Cheap Shots

2 – These Doors

3 – Insomnia

4 – Nomad

5 – Escape

6 – On the Table

7 – This is a Test

8 – Nihilist