DEMOLIZER y el explosivo nacimiento de “Thrashmageddon”
Banda: Demolizer
Nación: Dinamarca (Denmark)
Género: Thrash Metal
Álbum: Thrashmageddon
Año: 2020
Desde el uso de la razón y el pensamiento, llega la cuestión del origen universal. Big Bang, partículas subatómicas, termodinámica y materia oscura… ¿Cómo nace o se crea lo que nos rodea? La Ciencia tienes respuestas, aunque no las suficientes para contentar a la creciente ignorancia humana. ¿Sucede lo mismo con la música? Dudarlo es un insulto a la lógica. Una buena respuesta se halla en la Mecánica Cuántica. Según los postulados del físico Max Planck, el objetivo de la Cuántica no es localizar a los elementos subatómicos, sino cercarlos en áreas donde posiblemente puedan hallarse. El thrash metal responde a la misma actitud. No hay que centrarse en encontrarlo fielmente, sino hallar las zonas que donde hay una mayor probabilidad de su aparición. Al norte de Europa, en Dinamarca, un grupo de jóvenes, llamados Demolizer, estaban en vigilancia desde 2015 y en este fatídico año, se ha confirmado la explosión de un álbum de thrash. La probabilidad de hallar al extremo género musical se ha encontrado y es un logro ínfimo respecto al resto del mundo, pues muchos más discos semejantes se gestan y aguardan.
No tiene por qué serlo, pero todo cambio o nacimiento debe producirse en un lugar que sea capaz de alberga un evento de tal magnitud. Si estamos en Dinamarca, lo más evidente seria la capital. De ahí, «Copenhagen Burning» se ensaña con una intro muy similar al tema «Cult» de los americanos Slayer para finalizar en un brutal cúmulo de riffs thrashers donde reina la velocidad, los graves y unas voces muy, muy, muy heavys para Europa. Toda la banda canta trozos diversos, no sólo en el estribillo y eso da una sensación de unidad admirable. ¿Os gusta el solo? No sé tú, lector, pero a mí, si no me vuela la cabeza es porque no me queda actividad cerebral que explotar. Hay veces en que uno se pregunta qué te pasa por la cabeza cuando escuchas temas tan furiosos que son capaces de provocarte derrames. Por ejemplo, «Cancer in the Brain» es la prueba de ello. No puedo imaginar las guitarras pegar una y otra vez a los graves de una manera tan bestial. ¡Espera, nene! Aquí el protagonismo absoluto se lo lleva la batería. La perfección que lleva en toda la interpretación es digna de admiración. Ni en el break cede ni lo más mínimo. «NTC» nos presenta un tiempo más corto, pero no más ligero, ¡o eso querrían algunos! Una combinación absoluta donde el bajo aparece en el silencio de sus hermanos agudos. ¡Y qué bien habla! El estilo se torna crossover ochentero en ciertas zonas, aunque sin llegar a dar el pego característico del mismo. Para la mitad del álbum, nos llega «Bloodshot Eyes», la cual bien hace mención a su nombre. Mediante una distorsión más light y un tempo más dedicado al thrash moderno, la combinación estructural es muy similar a las nuevas olas del género extremo. De nuevo, la mención de la percusión es obligada con sus ritmos de caja pegadizos y que no dejan de tambalear nuestros pies y manos. Un poco de locura rápida posee mucha, pero mucha, sangre. Por ello, «Gore» enloquece con breves versos y un solo que, como bien sabemos, continúa con la búsqueda interminable del origen thrasher. ¡Incluso me atrevo a decir que con temas así, no hay quien duerma! No obstante, una pequeña siesta vendría bien con «Until the Day I Die». ¡Mira que sois ilusos! ¿Cómo coño vas a dormir con una creatividad tan genial? La harmonización de las zonas solistas es digna de una orquesta, siempre con la ambientación adecuada. Se dirían que se desvían del estilo extremo, y nos equivocamos completamente, pues la segunda parte del tema te revienta con sólo un par de minutos fuera de sí.
Siguiendo la línea antecesora, «Lost in Torment» te prepara para el remate total. Estas bandas emergentes saben lo que quieren y lo que necesita el público. ¡Vaya que sí! Primero los asustan y después, ¡tomad hostias! Un buen moshpit es lo adecuado en un directo de Demolizer. Aquí no hay acordes, únicamente fuerza, velocidad y lo mejor todo, ganas de reventar aquello que se ponga por delante. El fin cuántico de la explosión musical empieza a finalizar, ¡pero a lo grande! Mezcla de tempos, figuras cortas y los instrumentos con ganas de guerrear con la voz. Una pequeña fracción atómica de «Built on Slavery» que lleva en sí solos de guitarra con ese wah-wah que no envidia nada a otras interpretaciones. ¡Poco, muy poco, pero genial! Difiriendo al mínimo del inicio brutal, «M.S.W.» tiene una estética algo más veloz y estructura más enfocada a la presencia de quintas con single notes. Las zonas más creativas tiran al heavy clásico, lo suficiente, para finalizar el disco de la mejor forma posible. La melodía tiene belleza en todos los riffs. Aquí no existe cuántica, sino thrash metal potente, capaz de generar energía mayor que la fusión nuclear. Demolizer no dejan lugar a dudas sobre su estilo y que, si se les deja a sus anchas, más universos musicales crearán en un futuro. Con «Thrashmageddon» se demuestra una esperanza de supervivencia metalera poco vista en la actualidad. Ésta explota en los corazones de aquellos que se dejan corromper por el thrash metal. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una fulminante nota de 8,9. A este paso, no harán falta energías verdes. Bandas tan prometedoras son el futuro energético del decadente mundo actual.
TrackList
1 – Copenhagen Burning
2 – Cancer in the Brain
3 – N.T.C.
4 – Bloodshot Eyes
5 – Gore
6 – Until the Day I Die
7 – Lost in Torment
8 – Built on Slavery
9 – M.S.W.