Con un pedazo de grito inicial, los brutales riffs del tema homónimo dejan entrever la combinación lóbrega de las grietas metaleras con el más puro sentimiento heavy moderno. Impecable en la ejecución vocal y con mucho más desgarro laríngeo, Oscar se deja el alma en dar el toque gutural limpio que siempre ha caracterizado a la banda. Metiendo algunos ritmos pegadizos en la zona medial, el solo melódico queda divino para una terminación brutal junto a los coros grupales. Presentado en directo en varias ocasiones, el corte «Never Seen the Sun» da una introducción pianística que adorna los pasos de una belleza musical que, de seguro, habrá llegado mucho tiempo de ensayo y perfeccionamiento. Siguiendo la estela vocal pero con un poco más de relativa calma, las notas alternadas se suceden en una combinación rítmica que se balancea hacia el melodic death metal en los breaks corales. Casi de la misma forma pero con más ahínco y agresividad, «Personal Hell» no sólo describe el sufrimiento de un ser humano, sino también de todo aquello que Dark Embrace utiliza de inspiración para crear una canción genial. La significancia del doble bombo de Snowy gana un protagonismo incesante donde Oscar nos presenta diversos estilos laríngeos en función de las líricas. Sin duda, tanta versatilidad e innovación en el dark heavy metal nos hace establecer la preferencia interpretativa aquí.