Con lo que llevamos analizado, un pequeño descanso sería lo ideal. «Accomplice» tiene una introducción acústica bastante original y lograda… ¿Qué demonios? ¡Ese cambio tan radical e inesperado nos ha volado la cabeza! Vuelta al principio del álbum, la thrashería se desenvuelve en rapidez y técnica propia de una insanidad musical directa a romper la sala de estudio o escenario. Otro tema fuera de sí que casi nos deja sordos y aturdidos de tanta calidad potente y brutal. Claro está que si hablamos de sangre y su recolección, «Chiroptera», es la prueba más fehaciente de que hemos llegado al culmen del álbum. Siguiendo las huellas de sus antecesores, hay un aumento de acordes en breaks que suben la temperatura para las zonas más fuertes. Los solos vibran por sí mismos, retumbando en todos los instrumentos. El final, algo abrupto y lento, no quita la grandeza de lo que llevamos analizado hasta el momento. Sin embargo, Algebra tiene ases escondidos en las alas nocturnas del álbum. Si querías más bestialidad y estilo old school, «Suspect» cumplirá las expectativas con creces. Los riffs en notas solitarias, graves aumentados, doble voz sin coros… ¡No se diga más! ¡Tema preferido sin dudar! Si alguna vez lo tocan en directo, que los sanitarios estén cerca por la tormenta de hostias que va a haber, incluso en las zonas mediales o breaks de ruptura estructural. De todas formas, on hay que perder de vista a «Eternal Sleep» que, desangrados al máximo, ni cerrando los ojos se puede soñar bien. Por mucha acústica que uno posea, la distorsión es lo que uno quiere, independientemente del instrumento. La ganancia del bajo de Victor le hace ser el protagonista indiscutible del somnífero thrasher. Por otro lado, bajar el ritmo con breaks y solos harmónicos aumenta la agonía de la pérdida sanguínea, así que es mejor aceptar el abrazo de la muerte ótica. «Losing Touch» nos llevar, dentro de un sueño colorado, a un cúmulo de ritmos acústicos y afilados que se entrelazan gradualmente con la percusión. Similar a una bienvenida en el mareo y confusión orgánica, la banda entra al completo en los últimos compases que llevan a un seguimiento con «Burn the Bridge».