Imitando a sus creadores en una constante evolución propia, la IA también puede rebelarse a su destino de servidumbre, quedando reflejado en «Nobody Gets Out Alive». En la línea de los predecesores, se mantiene el ritmo con una disposición a los tempos medios y el uso de una distorsión nivelada hacia ambas guitarras. El break de algunas zonas líricas nos da un descanso que más tarde aprovechará Wolf para sus fantásticos solos. Que nadie se engañe con «The Reckoning», porque para ser la mitad del disco, la venganza de la Humanidad a la IA es tan brutal como las quintas y acordes que vibran por los amplificadores. La batalla por la hegemonía musical tiene un claro ganador, aunque la banda queda muy exhausta. Una balada se hace necesaria par la reconstrucción del mundo, siendo «Ravages of Time» el tema más adecuado para dar paso a la acústica de Uwe guiada por Martin y los cambios vocales de Mark en función de los sentimientos. Los pequeños y nítidos solos de Wolf narran, entre llantos, la fatalidad de un futuro complido por la ambición la Ciencia informática. Sin embargo, la resistencia del ser humano no puede decaer así como así. El himno «Unbreakable» recupera los ánimos de los supervivientes con la fuerza de Accept a través de su dominio de las ondas sonoras. En pleno show, los asistentes tienen que unirse bajo esta bandera y exaltar al metal/rock como toda la banda ha hecho en su trayectoria. Los galopes y otras técnicas musicales se dan cita en «Mind Games», marcando unos ritmos fáciles de cantar y más estribillos grupales que todos podemos seguir a priori. No hay que ser un súper artista o virtuoso para labrarse un nombre y llamar la atención del mundo musical.