NIGHTRAGE y los restos pasados de “Remains of a Dead World”
Banda: Nightrage
Nación: Grecia (Greece)
Género: Melodic Death Metal
Álbum: Remains of a Dead World
Año: 2024
¿Cómo os imagináis a un mundo en ruinas después de una gran guerra, catástrofe natural o accidente inesperado? Tantas son las versiones disponibles que bordearían el sistema solar, o la galaxia en sí. En la cuna de la filosofía y el arte del pensamiento, un joven Marios Iliopoulos inició una corriente propia de melodic death metal cuya ideología personal jamás se desvió de las múltiples formas de fatalidad humana. Tras casi veinticinco años de exponer a Nightrage en el mundo de la industrial musical extrema, el noveno álbum de la banda helénica, ahora afincada en Suecia, nos trae «Remains of a Dead World» de un apocalíptico suceso en base a la continua idea exterminadora que observa al planeta con la paciencia de que su momento llegará.
Empezar a lo bestia es la especialidad de la banda, así que «Euphoria Within Chaos» da la nota que todos queremos. Mucha agresividad circundante, ritmos machacantes y atronadores, estribillos coreables y unos breaks que George y Francisco se encargan de rellenar sin huecos. Por otro lado, la llegada de Kostantinos al frente ha logrado que Nightrage supere las expectativas de la crítica general, ya que su voz gutural mete la potencia justa en su labor de reventar corazones y mentes a la vez. Con una batería más viva que nunca, «Persevere Through Adversity» se realza en un uso técnico de acordes y escalas, manteniendo la modalidad musical según la intensidad a expresar en los versos. Cual tambor bélico, el doble bombo canta el estribillo por sí solo sin obviar los solos y el break medial que intenta darnos un respiro de tanta tralla. A primera vista, «Nocturnal Thorns» posee un estilo doom/gothic que rápidamente muda la piel hacia un insólito death/thrash que juega con las tonalidades y harmónicos para lograr una hipnosis que nos incita a mover la cabeza al son del coro grupal. Aplaudiendo en la bajada del tempo y una mayor presencia de figuras cortas, Nightrage acude presto a elevar la oscuridad de sus temáticas en «A Throne of Melancholy». Guiado por los cañeros ritmos de Marios y Magnus, la genial interpretación laríngea de Kostantinos doblega el aire en un brutal ambiente que poco envidia a grupos legendarios, como Arch Enemy. Casi diría que, si contamos la nivelada distorsión y producción, Nightrage se pone al mismo nivel que la reputada banda.
«Dark Light» caldea su inicio para que los pesados riffs se carguen los alrededores sin piedad. Sincopando algunas melodías, el estribillo da paso a unos geniales interludios creativos. La facilidad solista no quiere ir rápido, sino enseñar la forma de composición de Marios y compañía, quienes aún tienen mucho potencial que expresar al mundo extremo. A diferencia de los cortes anteriores, «Echoes of Broken Worlds» se pasa al old school de finales de milenio, quitando parte del estilo melódico en los versos. Una prueba es la furia que Kostantinos balancea según la lírica y cómo se adapta a ella. Estas cosas son las que mantienen la originalidad de una banda en el paso del tiempo. Francisco ha tenido mucho trabajo en la retaguardia de su bajo, pero su momento tenía que llegar tarde o temprano. «Deadliest Sin», aún con unos sólidos pilares de base versátiles, evidencia el notorio poder de los graves, más si añadimos unos guturales de ultratumba y cierta acústica en la puesta atmosférica. Me gustaría decir que «Pierce the Soul» sigue la línea musical, pero no llama la atención al nivel de sus compañeros del álbum. La aparición de una habilidad técnica suple la pequeña carencia de tralla, a lo cual se incluye una compensación solista y el unísono grupal. No es un mal tema; concuerda poco con lo analizando hasta ahora.
Tras este relativo bache, «Obey the Hand» se come nuestra ideación mediante un abuso de melodías quebradas, acordes atravesados por galopes y una batería que no cesa su actividad debido a su importancia de sostén fundamental. Sin thrash/death no hay guerra que valga, y aunque Nightrage nos lo ha enseñado de buena tinta, todavía queda el tema homónimo del disco. Much@s ya criticarían el solista inicio harmonizado, pero es que la forma radical del cambio sonoro supone una interpretación aparte. Pudieran ser los desgarrador gritos y guturales de Kostantinos, los aplastantes riffs de ambos guitarristas, el redoble salvaje de George o la demoledora vibración de Francisco… De poco sirve el acústico final cuando el quinteto no ha explotado su arsenal disponible pensando en un futuro disco que promete superar a éste (¡o eso creeremos!). Principal artífice de la mayoría de la composiciones, Marios no defrauda en escoger los mejores riffs y melodías para que el público oyente se sienta identificado con la rabia y furia del estilo death old school y tintes modernos. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una ruinosa nota de 9,3. Este álbum ha sido compuesto con único objetivo muy determinado, quebrar un concierto a base de moshpits y potencia ilimitada, si acaso Nightrage sobreviviera también a esa pretensión.
TrackList
1 – Euphoria Within Chaos
2 – Persevere Through Adversity
3 – Nocturnal Thorns
4 – A Throne of Melancholy
5 – Dark Light
6 – Echoes of Broken Words
7 – Deadliest Sin
8 – Pierce the Soul
9 – Obey the Hand
10 – Remains of a Dead World