Flotsam & Jetsam y la armamentística de “I Am the Weapon”
Banda: Flotsam and Jetsam
Nación: Estados Unidos (EEUU)
Género: Thrash Metal
Álbum: I Am the Weapon
Año: 2024
Los tiempos cambian a placer, y a veces, cuesta distinguir el cierre del bucle artístico cuando la adaptación se hace necesaria en la supervivencia musical. Un caso claro de resurgimiento se puede contemplar en la banda americana Flotsam and Jetsam. Abanderados del thrash metal underground con esos exitazos de «Doomsday for the Deceiver» y «No Place for Disgrace» a finales de la década de los 80’ el grupo se ha ido acomodando a la música extrema de cada época (con altibajos) hasta un advenimiento casual que coincidió con el regreso de Gilbert a la guitarra y sus dotes únicas. A partir de ahí, la banda decidió volcarse en lo que realmente es, un referente thrasher que siempre ha estado ahí (incluso en las sombras más oscuras) y que, en este caluroso verano de 2024, nos trae otra prueba de su particular estilo compositivo, «I Am the Weapon».
Desde la entrada de Conley como segunda guitarra en 2014, el regreso del toque power/thrash fue la causa que reavivó las llamas ochenteras de una banda que logró revalidar el interés del público extremo. El caso de «A New Kind of Hero» evidencia esa irrefutable prueba. Aparte de los acordes arpegiados y el doble bombo de Ken inicial, unos ritmos clásicos de modulación grave y técnicas varias de progresiones remueven los cimientos de la estructura base para emular los primeros años del quinteto. Aunque el estribillo muestra un aspecto comercial y bastante pegadizo, la genialidad cordófona nos regala momentos de puro disfrute auditivo y muchas ganas de armar un moshpit inmediato, incluyendo la mención a ese tremendo solo, breve, furioso y muy rápido. Más rockera y utilizando tempos medios de teoría práctica, «Primal» establece la prioridad en una escueta thrashería que Eric utiliza en unos versos agudos y templados. Mediante algunos breaks y unos coros al unísono, Flotsam and Jetsam revelan ese innovación moderna que les vale un merecido aplauso de aguante contra el tiempo. Con las zonas solistas más expuestas y repletas de imaginación musical, Gilbert y Conley se pelean mutuamente mientras Bill observa, a lo lejos, con el relleno de su bajo. En un caos interpretativo mínimo, el tema homónimo rescata la velocidad armónica y las notas alternadas mientras Ken revienta el trasfondo percusionista sin tregua alguna. Puede que suene algo cursi decirlo (no por ello es negativo) y es que Eric no expresa todo su potencial como décadas atrás, o al menos, no lo demuestra. Una mayor furia lírica haría que la banda armase una guerra social; quizás sea un as guardado para el futuro.
De la misma manera organizativa y en un sonido algo más groove, «Burned my Bridges» y «The Head of the Snake» apartan el arsenal thrasher de las guitarras y dan más protagonismo a otros aspectos, como el uso intensivo de teoría musical, la batería de Ken o la fuerza bajista de Bill que complementa a Eric para dar énfasis a la voz. Siendo más heavys pero dentro del límite legal que llevan expresando en los últimos trabajos en estudio, el quinteto yanqui no se desvía de las estructuras típicas de su etapa de experimentación. Este combinado temporal vale un merecido reconocimiento a la trayectoria que acumula Flotsam and Jetsam, donde los altibajos son señas de aprendizaje y no fracasos. A decir verdad, se da la sensación de una balanza de estilos extremos que se mueven por una centralidad en el thrash metal old school. Tras unos bocados de fusión, «Beneath the Shadows» juega con el caos pegadizo de unos ritmos comandados por los graves exaltados en cada silencio y/o pausa melódica. Dan ganas de bailar, sí, en mitad de un público desenfrenado y dedicado a mover la cabeza hasta el fin. La facilidad de ruptura se acompaña de un adorno ambiental que recrudece la escena hasta el punto de volverse totalmente enigmática. Empezábamos a echar el thrash metal puro de menos, así que «Gates of Hell» escucha la petición a través de un aumento raudo de la intensidad sonora, la rapidez de unos riffs repletos de escalas y acordes disonantes que cargan el alma de dolor por quienes se pierden este pedazo de tema. Cabreado y señalando con el dedo acusador, Eric controla su tono mediante los versos que evocan a un infierno real. «Cold Steel Lights» no se queda atrás con lo vivido anteriormente, sino que continúa el legado thrasher con el uso de notas aisladas en mitad de unos graves desbocados, solos repentinos y una actitud directa que apenas cesa en toda la ejecución. Aquí el protagonismo se lo llevan ambos guitarristas, quienes dan pie a que la locura se apodere del oyente y le incite, junto a Ken, a darlo todo en pleno directo. Que no os engañe ese break medial acústico, porque perderéis la razón en cuestión de segundos sin daros ni cuenta.
Habiendo visitado las surrealistas llamas del averno, «Kings of Underworld» nos trae de vuelta al arsenal thrasher de Flotsan and Jetsam mediante la genial vocalización de Eric en unos versos casi rapeados y soltados del tirón. Distinguir las palabras en el recital es tarea de titanes, al igual que sentir el poderío (aquí metío) en ese solo tan afilado que corta el aire de un solo golpe. La bestia espiritual de la banda da sus pasos en suelo firme y «Running Through» Fire remarca unos riffs quebrados que varían entre el old school y las técnicas modernas de composición. Los coros grupales cobran especial relevancia en el énfasis vocal mientras que la fuerte base sostiene la armonía de los breaks que conforman el estribillo. La calma medial, como nos tiene acostumbrados, da salida al absolutismo guitarrista que perece ante la subida de tono grave de Bill. Dando el final con sus alas desplegadas ante un mundo, la mascota thrasher se alza imponente mientras «Black Wings» nos regresa, en sonido e inspiración, a ese aclamado «No Place for Disgrace» donde la melodía se nutre de los efluvios emanados del mismo. Hay que reconocer que miles de recuerdos acuden raudos a la memoria cuando nos unimos a Eric en el canto, alzamos las manos ante Gilbert y Conley, sentimos las violentas vibraciones del bajo o la penetrante batería de Ken que nos sitúa en el centro del meollo musical. ¡Toda una elegía terminal que no cede en ningún momento y engancha como un suculento cebo animal! Nadie debe negar el legado que Flotsam and Jetsam tiene en el mundo underground metal yanqui, tanto en el pasado y el presente, sin olvidar su aporte continuo a las nuevas generaciones. Siendo el arma definitiva de locura musical, «I Am the Weapon» se vuelve a comer a los discos antecesores. Vuestro redactor y crítico Wesker le adjudica una maternal nota de 9. Aquí queda mucha tela por cortar en el futuro, así que mejor prestar atención al thrash metal de Flotsan and Jetsam que cuando más madura el vino, mejor sabor tiene.
TrackList
1 – A New Kind of Hero
2 – Primal
3 – I Am the Weapon
4 – Burned my Bridges
5 – The Head of the Snake
6 – Beneath the Shadows
7 – Gates of Hell
8 – Cold Steel Lights
9 – Kings of the Underworld
10 – Running Through Fire
11 – Black Wings