D-A-D y la velocidad absoluta de “Speed of Darkness”

Banda: DAD

Nación: Dinamarca (Denmark)

Género: Hard Rock

Álbum: Speed of Darkness

Año: 2024

Se dice que cuando se llega a los 40, una crisis personal arrecia sin remedio. En la música, llegar a tener una cuarentena de historia profesional es señal de calidad, de buen hacer, y que la gente sigue disfrutando y descubriendo la calidad artística. La banda sueca D-A-D nos trae su decimotercer disco con una pequeña selección de las casi 40 canciones que elaboraron para el disco donde el buen hard rock es el centro de todo para el mundo moderno. «Speed Of Darkness» es el título de la nueva obra que llegará en Octubre y ya hemos tenido la oportunidad de contemplar la inmensa calidad que posee, ¡la cual está más que asegurada! Y aún hay que decir que la banda tiene mucha música compuesta, pero que se irá desvelando poco a poco… ¿O puede que no?

El inicio con «God Prays to Man» tiene un mensaje clarísimo, ¡el mundo se está yendo al traste! Una denuncia bastante clara de que algo hay que hacer, incluyendo ese ritmo mayor de la composición y que resulta agradable en todos los sentidos. «1st, 2st, 3st» sería un tema numérico; ¡nada más lejos de la realidad! A priori, Jesper Binzer pone el tono alto con un tono que da protagonismo a la repetición de errores que puede cometer una persona; algo habitual en el día a día que se compensa con ese estribillo bastante pegadizo. «The Ghost» baja un poco el ritmo, pero a cambio, nos da una guitarra absolutamente deliciosa con una historia de amor triste en el trasfondo lírico. Ya nos imaginamos a alguien que se aferra a lo más diminuto deseando que llegue… Sin embargo, puede que sea algo que haya desaparecido del todo; ¡mi canción favorita y apenas hemos comenzado! Como tema análogo, no cabe duda que «Speed of Darkness» es, casi de seguro, la canción más dura del disco. No hay salvación para nadie, y a la vez, significa el renacer de una terminación. Para ser una balada, el tono guitarrero toca lo más profundo del corazón, dejándonos atrás de esta maldita realidad. Siguiendo la estela de las rockerías ligeras, «Head Over Heels» nos identifica con un hombre perdidamente enamorado. Un agónico grito sordo por un amor no correspondido en esa llama donde la fémina es indiferente a los sentimientos. De la misma manera que la temática, la canción es de melodía lenta, nostálgica y sí, ¡bonita como ella sola! Sin duda, el dúo de Jesper y Jacob es el artífice de la genialidad que rodea a la maquinaria sueca.

Con «Lived by Fire», el disco sube de revoluciones casi sin darnos cuenta, al igual que nos enseña caminos de encauzar la vida por sí mismo. No es necesario estar con una persona que ha tomado sus decisiones, ni que existan puentes de unión. Lo importante es sentir el corazón, tener los pies firmes y guiar el camino sin locura. De vez en cuando ,hay que recordar que muchas alas es mejor no llevarlas, salvo corear el estribillo tan repetitivo y delicioso de «Crazy Wings» en un recordatorio de que siempre hay un camino que otros han recorrido. «Keep That MF Down» se recrea como el tema más rockero del álbum, teniendo unos solos tremendos, voz muy potente y ante todo, un marcado mensaje musical. Tal vez tu corazón no sea malo, pero no te comportes como un idiota, que muchos vivimos cerca de ti y las consecuencias son para todos. Baja la cabeza y doma a tu mal interior, aunque la gracia salga al escuchar esta composición tan creativa. El aspecto bélico se refleja en «Strange Terrain», pues un soldado no ha superado el trauma vivido en la lucha. Un crudo mensaje cantado con una voz tan rota que sientes que algo en ti que se quiebra a la vez de forma simultánea. Para describir a «In my Hands» hay que preguntarse: ¿Qué te queda cuando sientes que el tiempo te alcanza? Todo lo vivido permanece en la sangre, aunque el corazón no note el paso del mismo. A fin de cuentas, el mundo está, o al menos, eso es lo que uno puede pensar a través de las melodías tristes y cargadas de ideología enigmática. «Everything Is Gone Now» es la respuesta opuesta a lo que plantea el corte anterior. Has caído en la locura musical, no sabes que es lo que el futuro te depara, ya que todo lo que haces y construyes, se desvanece al poco tiempo. Un temazo que el afilado guitarrista del cierre nos deja las orejas sonriendo de cómo los graves y la percusión sostienen al espectacular dúo de Jesper y Jacob.

Vamos llegando al final del disco con «Automatic Survival». Solo eres alguien que quiere sobrevivir ante un mundo descubierto al máximo. Los engaños salen a la luz de la sociedad que te rodea en unos extremos difíciles de entender y acatar. El tempo de la batería de Laust Sonne se siente como un golpe de realidad en cada una de las frases de la canción, sin olvidar la dureza vocal que se impregna a cada palabra. «Waiting is the Way» es la canción más corta y por el contrario de lo que se esperaría, evade la esperanza por el dolor venidero del camino a recorrer y que no tiene compartición de nadie. Un tema bastante potente en el cual Stig Pedersen da el acompañamiento en la voz, sin quitar rédito a su excelente trabajo bajista que no pasa desapercibido. «I’m Still Here» es, tal vez, la canción más íntima del disco. Un sonido sordo de una persona que no se siente libre y quiere serlo. El mejor final gracias a su musicalidad preciosa y melancólica, que casi nos lleva al inicio en toda una lección de hard rock clásico. En catorce canciones seleccionadas, D-A-D recorre un gran elenco de sensaciones y emociones, pudieran ser ilusión, desazón, miedo, locura, tristeza… Hasta un poco de amor. Una intensidad que te lleva de la mano en un disfrute sin igual. Vuestro redactor y crítico Mon le adjudica una rápida nota de 9,2. Nos da la sensación de que, en muy breve, tendremos más material de D-A-D y será… ¡Lo bueno se hace esperar!

TrackList

1 – God Prays to Man

2 – 1st, 2nd & 3rd

3 – The Ghost

4 – Speed of Darkness

5 – Head Over Hells

6 – Live by Fire

7 – Crazy Wings

8 – Keep That MF Down

9 – Strange Terrain

10 – In my Hands

11 – Everything is Gone Now

12 – Automatic Survival

13 – Waiting is the Way