Crónica: Crónica: 1º Día Z! Live (Zamora)

En 2023, las intensas lluvias y diluvios veraniegos estropearon gran parte del Z! Live. Sin ánimo de rendirse a la adversidad y compensando muchos elementos que el público pidió para el futuro, el templo del metal nacional decidió recuperarse del duro contratiempo sufrido y generar una nueva edición que, tras vivirla en directo y de primera mano, ha vuelto a superarse en asistencia, calidad musical y organización. Con motivo de realzar el estilo metal/rock de un país que vuelve a apostar por un elenco de bandas dispuestas a ser recordadas durante años, Zamora se erige como la provincia que acoge al lado más creativo y compositivo del arte musical extremo. Esto es el Z! Live 2024 y en Metaltrip, ¡Wesker te lo cuenta en escritura y fotografía con todo lujo de detalles y más!

KHËLLEDEN

A pesar de las dificultades organizativas en un principio, la banda alicantina Khëlleden se subió al escenario para abrir el primer día del festival con su particular estilo pirata cargado de heavy/folk metal. Conformados como un poderoso sexteto que dominó al creciente público de principio a fin, los fans y presentes tuvieron la ocasión de presenciar la interpretación íntegra del álbum debut, «Historias para no Dormir». Sin duda, un título muy adecuado para el show que dieron los alicantinos, pues sin pesadillas, much@s durmieron con un sonido inicial nítido y muy nivelado, el cual se mantuvo durante toda la actuación. Con las mejores galas de los sietes mares, Khëlleden resultó ser la mejor apertura para el Liruprint, llevándose un buen puñado de ovaciones y apoyo incondicional durante el tiempo establecido. Embarcados en un barco sin destino, la música de «Sigo en Libertad» e «Hidromiel» retumbó en el recinto para que el público empezase a bailar y corear los estribillos al unísono. «La Venganza del Capitán Pescanova» es un título muy sugerente, tanto que ambos guitarristas, Jayden y Jorge, no se cortaron en copar los lados mientras el gran Patxi cantaba animaba con su carisma desmesurada y desbordada alegría. De un lado a otro y otorgando un punto de violín interesante, María no cesaba su sonrisa mientras que Pablo ponía la batería en un nivel de belleza percusionista inaudita. Debido a la acuciante necesidad de ofrecer un espectáculo memorable, «Vente Conmigo (A Vivir)» y «Canción de Galeras» fueron cantadas por los presentes cuales himnos de aventura, y aunque «Historia para no Dormir» cerró el show sin posibilidad de bises, Khëlleden se rindió ante la inmensidad cantidad de aplausos, sin olvidar la titánica tarea de Ángel, quien sustituyó a Alex en el bajo de forma magistral.

Setlist

El Edén

Sigo en Libertad

Hidromiel

La Venganza del Capitán Pescanova

La Tierra Olvidada

Vente Conmigo (A Vivir)

Canción de Galeras

Historia para no Dormir

ARS AMANDI

Después de casi treinta años en activo y aunando las dos castillas en una sola, la banda abulense Ars Amandi volvía a los directos después de la pandemia, siempre liderada por el incombustible Dani Aller y su inmensas dotes de creatividad compositiva, la cual le ha llevado a componer canciones repletas de historia nacional que ni los libros podrían emular. A decir verdad, estudiar a España con Ars Amandi otorga más aprendizaje que disfrute. En el Liruprint Fest, el sexteto ofreció una actuación corta pero muy intensa, ya que no faltaron efectos de chispas y una despedida en cañonazos de confeti. Cursi para algunos presentes y quizás exacerbado, es fácil comprender la alegría de tocar delante de los fans justo cuando se avecina un nuevo disco y aún no se ha presentado el anterior, «En Tierra de Castillos». La espera nos corría poco a poco, y de una maldita vez, pudimos cantar los himnos de la banda a pleno pulmón. El virtuosismo de Dani no tiene punto de comparación, pues a cualquier instrumento que coge, su habilidad musical habla por sí sola. Flauta, gaita, micrófono… Todo vale para que, con un sonido tan puro como la belleza castellana, «La Voz que me Guía» y «No Abandones» levantaran pasiones en un público entregado a la cercanía social de Ars Amandi. Daba igual si eran coros, gritos de júbilo o aplausos, el mundo cayó ante la imponente presencia de una banda que tuvo temática de sobra. Una poca de bebida con «Rubia de Bote» (¡anda que no les quedó bien, leñe!) la guerra interminable de «No Queda Sino Batirnos» y la fabulosa versión de «Abre la Puerta» que resonó en el recinto cual única voz de reivindicación andaluza a Triana. Entre guitarras perfectas, los graves serios y potentes de David, los hermosos redobles de Oscar y el singular violín de Dani amarrado a su alegre voluntad, «Escuchando al Corazón» cerró un show que marcó el ansiado regreso final de Ars Amandi y que muy pronto volveremos a disfrutar en los grandes festivales veraniegos a tope.

Setlist

La Voz que me Guía

Gritando al Mar

No Abandones

El Poder de Caelia

Rubia de Bote

No Queda Sino Batirnos

Abre la Puerta (Triana Cover)

Escuchando al Corazón

HADADANZA

De vuelta a tierras del Levante español y preparando el escenario para dar vida a las más legendarias historias de fantasía y épica inimaginables, la magnánima banda de Hadadanza se puso manos a la obra con motivo de su último álbum, «Aventura y Leyenda». Esas dos palabras son el resumen más específico de la experiencia vivida en poco más de cuarenta minutos. Hablar sobre la actitud de todos los integrantes de la banda es una odisea, y eso que fueron protagonistas durante una velada tan mágica como la preciosidad de las canciones escogidas en el setlist y la forma de utilizar el teatro y ambientación a favor de enaltecer el valor del arte holístico. Todo ello hizo que Hadadanza supusiera un descubrimiento singular para muchos espectadores, incluyendo servidor. Menos de una hora bastó para que el Liruprint fuese una fiesta total llena de ritmo, rimas y alegría por doquier gracias a una actitud tan pura y loable como la lealtad musical. Cual libro de increíble contenido capaz de enganchar al lector desde la primera página, la voz de Dave se encargó de presentar el repertorio cargado de un sonido tan claro como el agua. Juntos cual dúo folclórico, Dani y Bárbara hicieron que el violín y la flauta fuesen los instrumentos que más llamaron la atención, aunque el carisma del guitarrista José no se quedó atrás, artífice de temas como «Una Aventura Inesperada» y «Rivendel». Con muchas ganas de jugar a distinguir sus líneas de bajo, Alberto consiguió que, junto a Román, la estructura de «¡Corred, Insensatos!» se mantuviese en un punto álgido a cada momento. También hubo tiempo de recordar el reciente pasado discográfico, pues no faltaron a la cita «Mor Diana» y el «Circo de los Muertos», donde la animación in situ de Andrea y Dayner, artistas de una talla inigualable envueltos en la fuerza exótica de su labor teatral. Por último, las colaboraciones supusieron un plus inesperado, pues contar con la ayuda vocal del reputado Narci (Saurom) y la grácil Victoria lograron que los coros se elevasen más que nunca. A través de un nudo narrativo lleno de entusiasmo y euforia, Hadadanza se despidió de los devotos presentes mediante «El Brebaje», el sencillo que nos hizo alzas las bebidas en favor de una banda que está destinada a liderar el panorama del folk metal/rock nacional.

Setlist

Beorn

¡Corred, Insensatos!

Una Aventura Inesperada

Mor Diana

Acertijos en las Tinieblas

Rivendel

El Circo de los Muertos

La Ciudad de los Trasgos

El Brebaje

LÁNDEVIR

Sin abandonar las costas mediterráneas y con un sabor alicantino de interior, la banda Lándevir no defraudó en us labor de presentar su reciente álbum “Un Viaje en el Tiempo”. Justo así nos sentimos durante la actuación, como si las agujas del reloj se hubieran detenido y sólo los ritmos de las canciones del repertorio guiasen el curso de la vida. No quisiera sonar pretencioso, pero si a Lándevir le quitamos la flauta de Pablo, nos queda una banda de heavy metal clásico (comprobadlo en vivo, ¡ya veréis!). En el estudio será una cosa, pero es que cuando el folclore hacía acto de ausencia en los versos, la gente no dudaba en organizar escuetos moshpits y menear las melenas como ne los tiempos clásicos. Esto no es un punto negativo, ¡para nada! La curiosidad siempre está ahí y si alguien no conoce al quinteto, apenas encontrará diferencias en el disfrute vocal que José nos hizo en un deleite que unió a su portento carismático. Aunque se echó de menos algo más de dinamismo sobre el escenario por parte de los artistas (salvo de José) eso no quita mérito a la calidad musical que congregó al público en un sentimiento único de disfrute continuo. Habiendo hablado de Pablo, el cual marcó las líricas en un endulzamiento flautista de las mismas, José fue el encargado de representar el poder folkie con un elenco de temas que se balanceó entre los dos recientes trabajos de la discografía desde la reforma grupal en 2013. Much@s se quedaron con las ganas de volver a los tiempos clásicos de Lándevir, ¡pero no se puede tener de todo! A cada lado, José María y Francisco evitaron la mudez ambiental a través de sus guitarras templadas y una actitud seria, la cual contrastó con la belleza melódica de la banda. De seguro que estaban disfrutando, como niños, en su alma y corazón. En un azogue continuo de sus dedos a los graves, Iván supuso el sostén principal de los altavoces junto a José Fernando, el batera cuya concentración impresionó del ánimo que ponía a cada golpe de baquetas. Sin altibajos sonoros y en una calidad aceptable, el grupo eldense dio un recital potente capaz de extenuar al público, aunque aún había tela por cortar, a lo cual el show de Lándevir no acabó entre aplausos y ovaciones de apoyo.

Setlist

Un Viaje en el Tiempo

Creencias del Ayer

Nunca Dejes de Soñar

Tu Voz

La Historia se Repite

El Espíritu del Viento

Volver

Buscando el Paraíso

Reina Alhama

Mi Nombre es Rock N Roll

Leyendas del Medievo

El Mañana Ya Vendrá

El Fin del Viaje

SAUROM

Como cabeza indiscutible del cartel general, es muy difícil describir un concierto de Saurom en pocas palabras. La belleza y gracilidad de un sonido muy cuidado, el gozo de los músicos ante un público entregado, en cuerpo y alma, a la entonación de todos los temas, un ambiente fiestero y lleno de sorpresas, colaboraciones de lujo con figuras de alto renombre y dotes de virtuosismo… Se podría decir que lo típico de un show de la banda gaditana, pero tal definición queda muy lejos de lo vivido en dos horas que, para la gran mayoría de los asistentes, se hicieron muy cortas, ¡pero mucho! Es lo que tiene experimentar un cúmulo de pequeñas cosas que, cuando se unen, forman un espectáculo que supera los límites de la perfección, más si todo el Liruprint Fest se rindió a Saurom en todo momento. Sin ser menos, el repertorio adoptó una estética operística, divida en actos y basada en el último y aclamado álbum «El Pájaro Fantasma» junto a la descripción de la pantalla digital trasera y un extenso juego de luces adaptado a los temas del setlist. No hubo ningún fallo o altibajo apreciable, y si lo hubo, adornó la velada en vez de restarle mérito. Cuando se dice que Narci, Antonio, José, Miguel Ángel y Raúl tienen amig@s en cualquier rincón de España, la evidencia canta por sí sola. No obstante, un pequeño inciso se requiere para mandar fuerza y voluntad a Santi, quien no pudo estar en el festival por temas personales. Sus dotes teclistas y flautistas se recordaron como si estuviera allí presente, hecho que emocionó a Saurom en el encarnizado apoyo social. Gran parte del repertorio se centró en los dos últimos trabajos de la banda, de modo que, con la expectación a flor de piel, la grácil cantante Elizabeth Amoedo (Against Myself) fue la primera en prestar su voz en la apertura del show. Después de corear «Amanecer» y «La Hija de las Estrellas» al unísono de los asistentes, las guitarras de Raúl y Narci se codearon con la inaudita actuación vocal de Isra Ramos (Amadeus, Grace) y José (Lándevir) quienes otorgaron otro punto de vista laríngeo junto a Miguel Ángel. Por supuesto, no se puede obviar el genial teatro ambiental de Apatazanca en «Músico de Calle» y lo bien que ayudó a dar vida propia al tema. A servidor le encanta el García Baquero alcazareño, de modo que el hambre musical se sació con «El Queso Rodante» y la posterior batalla retórica en conjunto a la banda Wyrdamur, porque con el estómago lleno, ¡luchar por el folclore nacional es más fácil y divertido! A través del contagioso carisma que irradiaba José y sus finas melodías graves, los asistentes saltaron sin agotar la voluntad, se recordó la importancia del amor y los sueños sentimentales con baladas acústicas y la mejor música andaluza envolvió a «El Monte de las Ánimas» para que la expectación no dejase de crecer a un ritmo demencial que ni siquiera el propio Bécquer creería si levantase cabeza.

Un guiño hacia nuestros herman@s del otro lado del océano Atlántico cobró protagonismo con «La Llorona», pues Saurom realizó una extensa gira en México hace poco tiempo. Estaba claro que, por muchas gaitas y flautas tocadas por los virtuosos dedos de Narci y la hipnótica habilidad del mismo, retornarían las colaboraciones en directo. Cual musa de la inspiración artística, Elizabeth nos volvió a deleitar con otra sublime dosis de su tono vocal antes de que «El Lazarillo de Tormes» nos remontase a la rica historia literaria de nuestra cultura, ¡inmortal como ella sola! Al igual que antes, Saurom y Apatazanca nos enseñaron que el infierno no es sufrimiento y miseria, sino arte surrealista a los ojos del optimismo con una emotiva performance con «El Carnaval del Diablo» y «Fuego», donde las llamas textiles ardían al son de una maestría interpretativa inigualable. Lo mismo ocurrió en la asociación de «El Círculo Juglar» y Wyrdamur, quienes envalentonaron a un público extasiado de la calidad experimentada. Para terminar y estallar el frenesí aunado de Saurom con mucho ahínco y elegancia, «Noche de Halloween» y «La Taberna» desplegó un completo arsenal sonoro, teatral y social que mostró la grandeza de la banda en su pasado, presente y futuro. Los aplausos, sollozos y gritos de júbilo no despidieron a Saurom, pues arropados con el apoteósico final de «Duermedela» los artistas no tardaron en rodearse de los fans y allegados en un ambiente amistoso, familiar y ante todo, profesional como nunca se había visto antes. De eta manera, acabó la primera jornada del Liruprint Fest; en un sabor de boca tan folkie que el resto de países se hicieron eco del evento de inmediato.

Setlist

El Pájaro Fantasma (Feat Elizabeth)

Amanecer

La Hija de las Estrellas

No Seré Yo (Feat Isra & José)

Músico de Calle (Feat Apatazanca)

La Leyenda de Gambrinus (Feat Isra)

El Queso Rodante

La Batalla de los Cuernos (Feat Wyrdamur)

Salta

Mejor Sin Ti

Soñando Contigo

El Monte de las Ánimas

Música

La Llorona

La Musa y el Espíritu (Feat Elizabeth)

El Lazarillo de Tormes

El Carnaval del Diablo (Feat Apatazanca)

El Círculo Juglar (Feat Wyrdamur)

Fuego (Feat Apatazanca)

Noche de Halloween (Feat Elizabeth, Isra & José)

La Taberna (Feat Todos)

Duermedela (Outro Final)

EKYRIAN

Con una gran mejoría en la organización, la apertura de la segunda jornada del Liruprint fue a manos del abordaje pirata de Ekyrian, una consolidada banda folkie de la capital nacional. Con un estilo muy particular y creando un fantástico ambiente marítimo de aventuras sin fin, el amplio elenco de artistas se ganó al público durante una actuación impecable. Mediante un sonido nivelado y sin fallos apreciables, el grupo saqueó el corazón y almas del festival mediante la presentación de su reciente álbum, «Cuentos Junto a la Hoguera» y varios guiños a los discos anteriores a la pandemia. Para ser una banda numerosa, hay que reconocer que los instrumentos no se solaparon entre ellos, creando una atmósfera bastante inusual que les hizo ser dignos de reseña bastante perfecta. A modo de resumen de todo el show, el capitán Jorge ejerció su labor vocal a través de su contagioso carisma y sonrisa perenne, siendo apoyado por los coros del resto de compañeros. Tanto el violín de Nuria como la flauta de Aitor pusieron el toque melódico a las canciones sin olvidar la talentosa hazaña de Miguel, teclista que nos enseñó una valiosa lección de que, a falta de la vista, el resto de sentidos le convierte en un referente musical. Para dar vida a los ritmos y los solos, el dúo de Carlos y Fran evidenció el alto nivel de habilidad técnica, así como la facilidad de ejecución interpretativa. Sosteniendo la estructura de base sin apenas inmutación, los graves de Roberto iban acordes a la batería de Jorge, quienes no estuvieron eclipsados en ningún momento. Por último, sintiendo mucho su marcha en palabras de Ekyrian, la virtuosa Clara dio su último concierto poniendo su ánimo a cada protagonismo que tuvo en el concierto, fuera en las flautas o en la gaita. En cierta redundancia, la banda madrileña fue uno de los descubrimientos más señalados por los asistentes, aparte de los asiduos fans.

Setlist

Ekyrian

Kaguya

Ítaca

Colores en el Viento

Alza la Vista

El Capitán del Agua Triste

La Balada de Wilfred el Enano

El Rey Blanco

CELTIBEERIAN

El sabor folkie manchego se hizo esperar en el festival, y no precisamente sólo de la música. Si se trata de mezclar el alcohol con las tradiciones íberas, la mejor opción es llamar a Celtibeerian y la diversión aparece de repente. El adiós de Clara en Ekyrian quedó patente en su inclusión definitiva en su nuevo trabajo de guía en la zanfoña. Quizás éste haya sido el mayor cambio musical reciente, aparte de las nuevas inclusiones de Sergio a la guitarra y Rubén en la percusión. La nueva formación quedó plasmada en el nuevo trabajo musical, «Nertos» el cual se dejó un poco aparte para dar un setlist de repaso a la discografía y enseñar cómo se hace folk metal directo y contundente con una arraigada denominación manchega. El público respondió mucho a la llamada del bebercio, pues una canción de Celtibeerian, sea la que sea, no se siente completa sin una bebida en mano, quitando el agua y refrescos. Por delante y sin mudar de aires su imponente actitud, Gus golpeaba el bajo en favor de envalentonar los temas escogidos. A cada lado del escenario, Sergio y Dagda adornaron el carácter melódico de las interpretaciones, especialmente el segundo, quien demostró su genial adaptación a los múltiples instrumentos que domina, como la gaita o el violín. Es difícil encontrar a alguien que sea tan polifacético como Dagda; al menos, en el ámbito folkie. El mayor momento de cercanía social ocurrió en «Spread the Fire» y «Old Nº7» donde el alcohol se convirtió en la principal estrella del show. No es para menos, pues reiteramos las palabras anteriormente mencionadas sobre Celtibeerian y el gusto por beber. Anclada en su sitio y acaparando miradas durante su manejo de la zanfoña, Clara se veía cómoda y solvente en su ejecución de acompañamiento, realizando ciertos coros que los asistentes repitieron al unísono. Menos de una hora fue suficiente para que la banda manchega triunfase una vez más en casa y, de seguro, repetirán el logro en el área albaceteña a finales de septiembre… ¿Eso era una pista? ¡Quizás sí!

Setlist

Beerdrinkers on Duty

The Harvest Song

Praise to Vineyards

An Dro

Kladimoi

Spread the Fire

Old Nº7

The Wolf I Am

Fear my Beard

The Booze Song

Looking for Beer

SALDUIE

No es raro decir que el folk metal es un estilo tranquilo, bailable y bastante pegadizo; también muy vinculado a la cultura social de una nación. No obstante, existen casos excepcionales a la regla, como sucede con los zaragozanos Salduie. Fuertemente influenciados por la historia íbera en contraposición con los aspectos más crudos de guerras romanas y cierto toque prehistórico, la banda salió al Liruprint para que el público diese rienda suelta a los instintos más primitivos del arte musical extremo. Aunque «Ambaxtos» es el último disco en estudio, los artistas escogieron un setlist corto y amplio que fuese capaz de remover los cimientos de Cuenca, ¡y vaya si lo lograron! Tal fue la rudeza vivida que, después de la actuación, algunos tuvieron que descansar de la brutal experiencia, incluyendo un percance epiléptico. No faltaron tampoco los moshpits, ya que de la misma manera que el grupo se mantenía unido en su labor artística, el público no fue menos. No hubo ni un ápice de piedad en el festival por parte de Salduie, lo cual quedó evidenciado en la tremenda ilusión y ganas que todos los integrantes mostraron durante todo el show. Mucha gente se quejó por el hecho de que faltasen canciones del álbum «Viros Veramos» en el setlist escogido, pero erraron cuando el empeño de Salduie en «Netón» y «Caraunios» descolocó a los asistentes y liberó una potencia musical inaudita. Si Nehemías ponía su laringe al aspecto lírico, no tardaba en acompañarle Diego con el tono gutural propio de una guerra vocal increíble. La voluntad de ambos cantantes erizaba el cabello, llegando incluso a términos de querer saltar a cantar con ellos. La facilidad de David en la flauta rompía la acritud del ambiente, y eso que el bajo de Daniel no hizo el favor de darle mucho espacio a las suaves y escuetas melodías de algunos temas. Sumando la batería de Sergio en la férrea estructura musical de «Imbolc» y la bestia ejecución de «Descarnatio», Salduie finalizó su actuación con dos clásicos que se corearon en la llegada nocturna, la histórica «Numancia» que se cantó a otro nivel de membresía y otra elegía al consumo de alcohol, «Hidromiel». A pecho descubierto y llevándose la ovación y cariño del entregado público, el grupo zaragozano dio una lección de maestría folkie difícil de olvidar.

Setlist

Netón

Caraunios

Fuegos de Belenus

Imbolc

Carus

Descarnatio

Numancia

Hidromiel

KINNIA

En la historia de la música, el folklore ha tenido muchísimas raíces culturales, mencionando la irlandesa, alemana o española, entre otras muchas. Si nos vamos a Madrid, una banda nos abrió un mundo nuevo de composición folkie, llevándose la inspiración al ámbito celta más puro. Puede que fuera la forma de tocar o la relativa originalidad que algunos entendimos a la primera, muchos asistentes quedaron confusos debido al increíble estilo folkie de Kinnia. Si no fuera por la batería, a primera vista estaríamos ante un concierto juglar del medievo, lo cual llamó mucho la atención. No sólo eso fue un aspecto a destacar, sino también el uso del lenguaje sajón y gaélico, siendo el referente Pablo y su rapidez para llevarse a los asistentes a la palma de su mano. Animoso y con una actitud ilusionante, provocó una oleada de entusiasmo general a cada tema que tocaba la banda. Con el álbum «Drink for the Fallen» se apartaron las versiones de las himnos míticos de la historia celta, pero ello no evitó que Kinnia utilizase los covers para ganarse el respeto del festival. Una decisión acertada a pesar de la ignorancia lingüística de todos los presentes, incluyendo servidor. Sin muchos coros o unísono que pudieran establecerse en los temas del setlist, Kinnia no desaprovechó la oportunidad de hacer vibrar a Cuenca a través de su pulido estilo musical que cada artista desarrolló al máximo. La voz de Pablo resonó en el recinto cual trovador de aventuras inverosímiles, el cual se acompañó de la flauta de José y sus pulmones repletos de energía hasta el fin. Junto a un elenco de instrumentos tradicionales, la guitarra acústica hizo un trabajo espléndido en una envolvencia de otra época. El bajo de Mario dio la base perfecta al sonido de fondo, sin quitar mérito a los hermosos redobles de Arturo, artífice de la multitud de bailes que el público realizó durante la actuación. En última instancia, y no menos importante, el violín de Jezabel se coronó por todo lo alto. Habilidad inaudita, belleza inconmensurable, porte de estrella musical… ¡Sin duda, Jezabel fue la joya más brillante de Kinnia! ¡Ah, que no se me olvide! La versión de «John Ryan’s Polka» nos conmovió al límite del frenesí, y si no sabéis que tema es, acompañad a Rose y Jack, en tercera clase, dentro del Titanic.

Setlist

Stei It Out Mary

Raggle Taggle Gypsy

Star of the Count Down

Morrison’s Jig Set

The Road

Grace O’Malley

Gambling with the Dwarves

The Wellerman

Danza del Oso

Witches Compass

Drink for the Fallen

John Ryan’s Polka

Drunken Sailors

LÈPOKA

Con la locura de años que llevamos últimamente, sí es posible que la creación esté algo borracha. Pandemias, guerras, descubrimientos, sociedad… En caso de Dios esté detrás de todo lo acontecido, de verdad que la razón habla por sí sola. La banda castellonense Lèpoka parece haber visto la evidencia y «Dios Está Borracho» se está conformando como el álbum nacional del año; ¡en su género folkie, claro! Con los barriles a cada lado y la escenificación digital de cada tema del completo setlist, el conocido septeto dio un show tan especial que ni ellos mismos se creyeron el éxito rotundo que se logró ante una audiencia que no cesó de ampararlos y seguirles el ritmo de principio a fin. Dudar de que Lèpoka está en su mejor momento es un juego de trileros, y mejor estar en un directo para que la alegría se desborde sin motivo de parar. La ocasión, única como ella en sí, nos hizo vivir el reciente álbum en todo su esplendor musical, interpretativo y emocionante. Rodeados de un sonido nítido y múltiples ensayos a las espaldas, la banda abandonó su habitual vestimenta monástica en favor de la elegancia que todo religioso ofrece a sus creencias. Esa fue la razón de que la puesta en escena les viene como anillo al dedo, aunque los barriles sobraban, pues quitaban campo de visión en el trasfondo. Temas hubo como colores en el arcoíris, sea «El Baile de los Caídos», la llamada cervecera de «El Picorsito» o un poco de poesía con «Carta a María». Un emotivo clamor antipolítico y antibélico sucedió en «La Misma Habitación» y el fin de las guerras de Oriente próximo. Está claro que Lèpoka se nutre de la sociedad, por lo cual, la ilusión del público mantuvo caldeado el ambiente mediante la atención continua a los artistas. El dúo «Contando al Andar» y «Seguimos en Pie» aunaron el unísono del festival hasta que el clásico «Yo Controlo» y las bebidas al aire cerraron un evento apoteósico e irrepetible gracias a una banda que rompe éxitos en cadena.

Quitando las canciones y los alrededores del concierto, los artistas se involucraron, en corazón y alma, para que la velada marcase un hito en el Liruprint. Al frente del público y derrochando líricas con su impecable voz, Dani encandiló el show con su particular sentido del humor. Popez y Dio se repartieron los ritmos y solos sin borrar la sonrisa de sus rostros y la enorme satisfacción de tocar en vivo. Zaph es la personificación del bajo, y si incluimos la alegría de sus graves, poco le quedó para robarle la plana principal a Dani. De una forma similar, Zarach sacó su arsenal personal de flautas y gaitas con motivo de adornar las canciones en un estilo especial, influyéndoles un soplo de vida continuo. La habilidad de Jaume retumbó cual símbolo de potencia y ardor personal, puesto que su batería otorgó el punto de calidad necesario para mantener el ánimo nivelado. Reciente incorporación tras la salida de Samu, el violín de Daniel demostró estar en plena sintonía con el resto de compañeros, enseñando que su habilidad cordófona engrandece el estilo folkie de Lèpoka. Conformados como un todo que embriagó al Liruprint en su éxito absoluto, los sietes monjes del alcohol se despidieron entre lágrimas y gozos. Un logro así sólo puede ser obra de un Dios más ebrio que la propia sangre de Cristo, a lo cual hay que encomendarse a Lèpoka lo antes posible.

Setlist

Dios Está Borracho

Antes del Amanecer

Brindo por Verte

Pandemonium

¿Dónde Vas?

A las Calles

El Baile de los Caídos

Un Año Más

El Picorsito

Chupito

La Nit es Nostra

Carta a María

La Misma Habitación

Beatbox + Goliardos

El Dorado

Contando Al Andar

Seguimos en Pie

Contra Viento y Marea

Yo Controlo